Hasta el momento hemos hablado, principalmente, de teoría. Pero toda esta teoría se traslada a la práctica en personas. Son muchas las personas que viven la realidad del diagnóstico de uno o más trastornos mentales y de sufren los estigmas asociados al mismo. Por cuestiones prácticas y de organización, los capítulos que vienen a continuación versarán sobre distintos trastornos recogidos en el DSM-5, el manual de diagnóstico de los trastornos mentales que actualmente se emplea por los profesionales de la salud mental. El orden de los mismos, se establece en función de la gravedad y entidad del trastorno. De este modo, el primer trastorno abordado es la esquizofrenia.
La esquizofrenia es, sin duda, el trastorno mental que, bajo mi experiencia, conlleva más prejuicios y estereotipos asociados. Cuando hablamos de esquizofrenia, estamos hablando de un desorden cerebral que deteriora la capacidad de las personas en muy diversos aspectos psicológicos como el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad.
En efecto, por regla general, se trata de una enfermedad asociada con un gran deterioro, que muchas veces presenta un inicio temprano. Presenta síntomas muy variados puesto que los mismos pueden aparecer en otros trastornos mentales, pero se suele asociar preferentemente con delirios y alucinaciones. Estos síntomas, y algunos otros que presentan, son de carácter subjetivo, lo que hace muy difícil la observación de los mismos.
Las características propias de la esquizofrenia pueden fomentar conductas estigmatizantes en la sociedad. De hecho, esta tiene una imagen estereotipada de las personas con esquizofrenia y existen innumerables conceptos prejuiciosos en torno al tema.
A las personas que padecen esta enfermedad les cuesta escapar del estereotipo que su condición arrastra de manera irrefrenable. Muchas veces, esta visión de la sociedad sobre ellos afecta a su autoestima y complica su integración en la sociedad y su reinserción en el mundo laboral. Las personas que cuentan con una buena red familiar y de amistad suelen tener una mejor reinserción en todas las esferas de la vida cotidiana.
Algo que hay que tener en cuenta es que el estigma al que se ven sometidas estas personas también afecta a los familiares de las mismas. Muchas veces las familias tienden a negar el estigma pero muchas veces la vergüenza les lleva al aislamiento. Hay una creencia errónea bastante extendida que refiere que la esquizofrenia se debe a problemas de educación del niño, lo que aumenta a veces los rasgos de culpabilidad y de estigmatización en los padres y familiares de la persona enferma.
Entre todos tenemos la oportunidad de informarnos y actuar para ayudar a borrar el estigma y la discriminación en la enfermedad mental. Los medios de comunicación tienen que jugar una parte muy importante en este trabajo, ya que el sensacionalismo de la prensa nacional es bochornoso.
Cuando una persona con esquizofrenia comete un delito, la notoriedad que se deriva por la forma en la que se publicita en los medios de comunicación provoca un rechazo social, así como un estigma muy significativo. Esta violencia es otra de las características que se suele asociar a las personas con esquizofrenia, sin embargo, cuando la persona está adherida al tratamiento psicológico y/o farmacológico, la violencia en ellos, suele ser ejercida contra ellos mismos. Es decir, son más receptores que emisores de violencia.
Cabe destacar que la mayoría de delitos cometidos por enfermos con esquizofrenia carecen de historia previa, es decir, son actos delictivos impulsivos, imprevisibles e incomprensibles seguidos por los delirios que caracterizan a dicho trastorno mental. Aunque cabe señalar que, en ocasiones, el acto delictivo es la fase final de un largo recorrido de pensamientos tormentosos del enfermo como consecuencia de sus ideas patológicas. Todo ello lleva a un aumento no solo del temor social de la sociedad frente a la persona que padece de esquizofrenia sino a la construcción de un estigma que puede acarrear otras múltiples consecuencias emocionales para ese enfermo que es considerado peligroso, loco o incluso, poseído por el demonio.
Es importante remarcar, respecto al estigma, que el principal motivo de su construcción, es tanto el desconocimiento como las ideas preconcebidas. Basándonos en mi experiencia personal, debido a mis vivencias anteriores a trabajar en el Centro de Psicoterapia Barcelona (CPB), yo mismo tenía estas preconcepciones de modo que, mi opinión respecto a las personas que padecen de esquizofrenia ha cambiado de forma abismal.
Para observar la esquizofrenia desde un punto de vista más íntimo vamos a observar una entrevista realizada a un usuario. Este tiene 27 años y es una persona que habla sin miedos de la esquizofrenia a través de su proyecto “Soy como el aire”, con el objetivo de dar esperanza y quitar todos los prejuicios que hay hacia la etiqueta de esquizofrenia con el fin de quitar los frenos de una recuperación para las personas que están diagnosticadas de un problema de salud mental.
P. ¿Qué piensas tú de la Salud Mental en nuestro País?
R. Creo que debe mejorar. Deberían existir más recursos y formación. Se necesita concienciar más sobre este tema, no solo en hospitales sino también en colegios, centros penitenciarios, universidades, etc.
En España se está empezando a hablar de salud mental porque con la situación de pandemia que estamos viviendo, hemos visto que cualquier persona puede sufrir un problema de salud mental y esto le ha dado visibilidad. Espero por favor que esto se convierta en una prioridad y no una moda o algo ocasional.
P. ¿Qué sentiste cuando te dijeron la palabra esquizofrenia? ¿Sabías qué significaba?
R. Pues tenía 17 años y sentía sobre todo que iba a ser una mala persona. Esta sensación fue lo que más me dolió porque yo no quería ser eso… creía que mi destino estaba ya escrito, o ser un criminal o un vagabundo, y que yo por culpa de ese diagnóstico iba a acabar mal, ya que pensaba que tener esquizofrenia era ser incapaz de tener amigos, familia, pareja, trabajo… vamos que iba a ser un inútil y un antisocial.
P. ¿En qué consiste la esquizofrenia? ¿Recuerdas los primeros síntomas que tuviste con la enfermedad?
R. Es una pregunta muy complicada para mí… he escuchado muchas cosas y todavía no lo tengo claro. Yo lo que siento es que después de haber tenido un montón de sufrimiento interno se exteriorizó en brote psicótico, que es la alteración de los sentidos, en mi caso oído y también visual. Y yo creo que mi primer síntoma fue sentir que me miraba todo el mundo y que me querían hacer daño por lo que pensaba, de hecho empecé a estar todo el día con capucha incluso durmiendo… desde ahí sentía que había un complot contra mí, hasta que al escuchar voces me dieron ataques de pánico.
Está bien preguntar sobre los síntomas, pero lo más importante e interesante sería preguntar qué hay detrás, saber la historia, el sufrimiento y dolor previo del diagnóstico, porque delante del diagnóstico hay una persona y detrás hay una historia dolorosa, no nos quedemos solo con el diagnóstico y los síntomas.
P. ¿Existe estigma alrededor de la esquizofrenia? ¿Cómo crees que podemos combatirlo?
R. Hay mucho estigma y, para poder combatirlo, creo que hacen falta más ejemplos de gente que padece del problema en primera persona, ya sea que estén recuperadas y que tienen una vida envidiable hasta una persona sin un problema de salud mental grave o reconocido, y también ejemplos de los que no se sientan recuperados, porque harán ver las necesidades que hay… Entiendo perfectamente que no es fácil desnudar el alma, pero hace mucha falta.
P. ¿Te genera limitaciones la enfermedad? ¿Cómo son los tratamientos y cuidados?
R. Respecto a las limitaciones… pues he tenido y a veces siento que sí… al principio era el simple hecho de levantarse de una cama, mantenerse despierto, no poder salir de casa, sentir que no te puedes relacionar, etc. y quiero dejar claro que no es vaguería, sino que no podía ya sea por miedo o por estar muy sedado con la medicación.
En cuanto al tratamiento tomo mi medicación (inyectable y vía oral), voy al psiquiatra, me hago análisis de sangre y sobre todo voy a terapia para conocerme mejor para superar cada vez más miedos. Y una cosa que no sé si se considera un tratamiento fue conocer más gente en la asociación AMAFE (Asociación Española de Apoyo en Psicosis) con mi etiqueta, lo cual facilitó mi recuperación.
P. Háblanos de los profesionales sanitarios. ¿Qué relaciones se establecen con el personal?
R. Creo que hacen una labor súper importante y les estoy muy agradecido, pero me gustaría que me hablaran de tú a tú… a lo mejor pido mucho… tal vez es algo que tengo que trabajar en terapia, pero me encantaría que me hablaran de persona a persona y no de médico “divinidad” a paciente “malito de la cabeza”.
Me gustaría que se pudiera mejorar el trato y valorar cuando se prescribe medicación porque la sedación nos afecta mucho y nos sentimos anulados. Yo no soy médico ni profesional sanitario… tal vez sea un sueño.
P. Imagina que pudieras hablar con una persona recién diagnosticada de esquizofrenia, ¿le darías algún consejo?
R. Creo que el mayor logro de una persona con un problema de salud mental/ esquizofrenia es que diga lo que necesita y cómo se siente. Tener espacio y confianza para hablar de sí mismo. No me gusta dar consejos, pero sí le diría que no es un camino fácil y que no se rinda, porque luego merece la pena vivir la propia vida, aunque vengan otras dificultades como la etiqueta de la esquizofrenia.
P. ¿Qué papel tienen las redes sociales para las personas que conviven con una enfermedad mental como la esquizofrenia? ¿Has encontrado otras personas con tu misma patología?
R. Creo que es una manera de poder contar uno mismo su historia, sin una exposición muy directa y que puede llegar a mucha gente. No he encontrado muchas personas con esquizofrenia… pero creo que hace mucha falta normalizar el mensaje de que somos personas con necesidades, sentimientos y que necesitamos un trato igualitario al resto de la población.
Yo trato de dar un cambio de imagen a este diagnóstico a través de mi canal de YouTube y de mi web “Soy como el Aire”. Doy mi opinión como experiencia personal y espero que ayude a otras personas.
Una vez que hemos aterrizado el estigma en la esquizofrenia, pasemos a abordar uno de los trastornos mentales con mayor incidencia en la sociedad actual: la depresión.